Uno de los principales puntos de reflexión contemporánea del país. El IVAM, nacido desde el espíritu renovador de 1986 como Instituto Valenciano de Arte Moderno, ejerce de faro del arte moderno a lo largo y ancho del territorio valenciano. Desde sus muros, en los bordes de un barrio del Carmen al que se engarza, propaga un pensamiento renovador.
Tras múltiples vaivenes, el IVAM interpela a la sociedad de su tiempo como una de aquellas joyas que guarda un territorio y que, en lugar de ser tan solo un continente, ejerce de altavoz de ideas. Su colección permanente (desde Richard Hamilton a Carmen Calvo, de Yves Klein a Julio González, del Equipo Crónica a Pinazo) es apabullante, aunque conviene fijarse en su agenda constante para tomar el pulso a una urbe deseando palpitar.
La demostración de que el arte, además de un fin, es un vehículo único para reflexionar -entre otras cosas- sobre la pertenencia a nuestros entornos.